FORO ME GUSTA TATU
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

INESPERADO // POR Follen Kat

Ir abajo

INESPERADO // POR Follen Kat Empty INESPERADO // POR Follen Kat

Mensaje por Admin Jue Nov 12, 2015 4:25 am

.........


6:00 a.m... El despertador suena con la melodía que me trae tantos recuerdos de la niñez, “un mundo pequeñito”, no quiero despertar, pero debo hacerlo, la certeza de otro día igual me atraviesa la mente, la noche anterior ha sido como los últimos cuatro años, una noche de insomnio, mi cuerpo ya se ha acostumbrado a dormir muy poco creo que me he convertido en una criatura nocturna. Con desgano me levanto para iniciar el ritmo monótono de lo que es mi vida, entrar al baño, una ducha que lava las ultimas marcas del sueño, salir de él para buscar la ropa que vestiré, encuentro unos jeans que en otra época me habría sentido orgullosa de vestir, pero ahora solo son una pieza mas que cumplen con una función, una blusa blanca de algodón, mis adoradas botas, la televisión encendida me trae noticias que no escucho pero que necesito oír, para apagar el sentimiento constante de soledad que ataca a mi mente; un desayuno ligero, lavarme los dientes y dar una ultima mirada al espejo para salir a cumplir sin ningún entusiasmo con la tarea de un trabajo que me ahoga. El sonido de la puerta cerrándose tras de mí me da la señal de que debo de iniciar mi marcha, los médicos me han recomendado que haga algún tipo de ejercicio para aligerar la ansiedad que sufro, coloco la mochila a la espalda y camino hacia la oficina. Durante el trayecto de dos kilómetros a mi lugar de trabajo, cruzo frente a dos colegios que ya reciben a sus alumnos, los niños se ven tan alegres pienso, y con nostalgia recuerdo aquellas épocas en que nada me preocupaba, cuando deseaba intensamente ser mayor sin saber lo que el ser “mayor” significaba. Súbitamente el sonido estridente de una bocina de un auto me saca de mis recuerdos para situarme al medio de una bocacalle, miro al conductor con una expresión asustada, sin darme cuenta dentro de mis cavilaciones estuve a punto de ser atropellada, entonces puedo ver que la persona que maneja el vehículo es una bella joven de roja melena enrulada que me mira en muda sorpresa,... también se asusto pienso mientras retrocedo hacia la banqueta para mirarla pasar en su coche y después continuar un poco sobresaltada con mi camino.

El reloj de la entrada marca otra vez 8:16, maldigo en silencio, es la segunda vez en la semana que llego tarde y encuentro a mi supervisor con gesto de reproche, digo un rápido “buenos días” casi en un murmullo, con la esperanza de que no me diga nada, no lo hace, alivio momentáneo, el escritorio me espera soportando sobre él, una pila interminable de papeles y expedientes, las risas y comentarios de mis compañeros me son indiferentes, he aprendido a seleccionar lo que escucho, pues estoy cansada de escuchar platicas lascivas y reseñas del fútbol, charlas frecuentes entre el grupo de doce hombres que integran el departamento al que pertenezco, originalmente ellos me veían como un animal extraño, una fémina entre un grupo de machos, pero ahora me aprecian y respetan mis silencios. Tomo asiento y comienzo a revisar hasta adonde me quede el día anterior, ya recuerdo había descubierto un desvío de fondos por parte de un proveedor y sin querer me encuentro pensando en aquellos ojos verdes que me miraban con confusión a través del parabrisas de su auto, me río para mis adentros es seguro que pensó que debía estar loca al pararme casi al medio de la calle, seguramente yo también tenia una expresión aterrorizada pues no siempre tiene una la oportunidad de morir arrollada en el camino, sonrío y continuo con mi trabajo sumergiéndome en papeleos que muestran cifras, planos y especificaciones para darme cuenta al fin que ya es la hora de salida.

Al llegar a casa me recibe un maullido de Omar, fiel como siempre con sus hermosos ojos azules y grandes bigotes, me presintió llegar y puedo oír que maúlla desesperado, abro la puerta, el felino sé repliega contra mis pantorrillas buscando que lo acaricie haciendo que ceda con una sonrisa a su intención, dejo mis cosas, y me recuesto en el sofá de la sala, el cansancio me vence y duermo un rato, al despertar me dirijo a la cocina para revisar el refrigerador, encuentro algunas sobras del día anterior que caliento en el horno y llevo hacia la sala para comer frente al televisor,... seguramente ella no comerá sola... digo en voz alta, sabiendo que nadie me escuchara, entonces me cuestiono porque no he podido dejar de pensar en la pelirroja de ojos verdes que casi me mata esta mañana, no me la puedo sacar de la mente, ya me lo habían dicho los médicos, soy obsesiva. Así transcurre la tarde arrastrándose monotamente hacia la noche y me preparo para una guerra contra el insomnio que sé que no puedo ganar.

6:00 a.m. suena nuevamente el reloj, arrancándome de mis sueños para iniciar otra vez la rutina, pero hoy me despierto con un extraño sentimiento de posibilidad, es como si las puertas se abrieran ante mí, o quizás solo sean los efectos de la modorra, y continuo, levantarse, bañarse, vestirse, desayunar y salir al trabajo. La caminata me lleva por el sendero de todos los días, cruzar las avenidas hacia las calles donde se ubican los colegios, mirar a los niños y pensar ya no con nostalgia, sino con serenidad en la vida que llevo y nuevamente como un juego del destino en la misma calle, la veo pasar, esta vez ella me observa desde su automóvil y me hace un gesto cordial con la cabeza, me sorprende, pero le respondo con una suave sonrisa y la observo continuar con su marcha. Esta vez el reloj de la entrada marca las 8:00 y el horario laboral transcurre sin eventualidades, lo único que siento es un extraño entusiasmo cada vez que pienso en la pelirroja del automóvil, no se como explicarme porque cada vez que pienso en ella me invade un rubor que no puedo explicar. Las 3:00 p.m. es increíble, no me di cuenta del paso de las horas, ni de la expresión de complicidad de mis compañeros al ver mi semblante, arreglo mis cosas y regreso a casa apurando el paso hasta que me doy cuenta que casi estoy corriendo, el subconsciente tal vez me este jugando una broma y obliga a mi cuerpo a apresurarse con la esperanza de verla por las calles otra vez, pero no es así y me doy cuenta de ello al girar la llave dentro de la cerradura de la puerta de mi hogar. Hola Omar, como paso su día el gatito..., saludo correspondido con un maullido seguido de un ronroneo tranquilizador, abro el refrigerador y saco algunas cosas para prepararme algo de alimento, es extraño estoy sintiendo mucha hambre, cosa rara en mi porque cuando una vive sola no la siente con frecuencia, pienso que quizás sea solo que tuve un buen día, prendo la televisión para acallar al silencio, exhiben una película que he visto muchas veces y me adormezco entre los diálogos para soñar con los ojos verdes de amable semblante.

6:05 a.m. el despertador lleva sonando mas de cinco minutos, es increíble que haya dormido tanto y la sensación de posibilidad del día anterior me invade ahora con mayor fuerza, ¿estoy entusiasmada? No, no puede ser, ahora salgo un poco mas temprano y los tonos de melodías olvidadas empiezan a rondar por mi mente, me emociono, ahí esta ella en su vehículo en la bocacalle, como esperando, el vidrio de la ventanilla se desliza y escucho una voz cálida casi susurrante "... Hola distraída, hacia adonde vas" me pregunta, el asombro solo me permite balbucear algunas frases que ni yo misma entiendo, "... si quieres te doy un aventón" me ofrece y para cuando me doy cuenta mi cuerpo se mueve en desincronizacion con mi mente, dentro del carro me dice "Hola me llamo Elena, pero prefiero que me digan Lena" extendiendo su mano "Soy Yulia" pronuncio correspondiendo al saludo mientras siento que el color enciende mis mejillas en un embarazoso rubor, que Lena no parece notar al momento que desata la siguiente frase que me embriaga los oídos "quería pedirte una disculpa porque casi te atropello el otro día, es que llevaba mucha prisa y no te vi en realidad" "no tienes porque disculparte, yo no estaba alerta, y de haber pasado a mayores hubiera sido solo mi culpa" "claro que si es mi culpa, seguramente te saque un susto de muerte" dijo a media risa, que correspondí riendo, "además como iba a atropellar a mi peatona favorita"... "¿Como dices?" dije con sorpresa "si, es que hace mas de un año que te veo pasar todos las mañanas por el mismo camino y siempre vas distraída" ¿hace mas de un año, que me observa? siento que el corazón me parte el pecho en latidos y el rubor en mi rostro se esparce hasta mis orejas, en estos momentos realmente desearía tener el cabello largo para cubrirlas. La vista del edificio de oficinas me alivia un poco de la sensación "aquí es Lena, gracias por el aventón" le digo para despedirme y nuevamente me sorprende "¿a qué hora sales? quiero compensarte el susto invitándote a comer", ¿es verdad lo que estoy oyendo? "...¿Yulia?"me nombra al ver mi asombro como para poner mis pies sobre la tierra "a las tres" respondo sin aun salir de mi estupor, "okay entonces a esa hora paso por ti, nos vemos" se despide regalándome una gran sonrisa que enciende nuevamente mis mejillas para después verla partir y girar sobre mis pies hacia la entrada del edificio, el ruido seco del reloj marcando mi tarjeta de entrada me despierta de la ensoñación, subo las escaleras y noto que las cosas tienen un distinto color, inicio mi día de trabajo deseando ansiosa que las horas se deslicen veloces hacia las 3:00, pero el reloj tal parece que se arrastra por el tiempo, negándose a marcar la hora esperada, en mi mente maldigo al artefacto y nuevamente vuelvo a mirar si las manecillas han avanzado pero estas se niegan rotundamente a hacerlo, no hay mas remedio que ocuparme en la agozormante tarea de mi puesto. Finalmente la ultima mirada al reloj resulta en lo que esperaba, las tres menos cinco, me apuro a terminar lo que estaba haciendo, ordenar el escritorio y salir a esperarla.

No espero demasiado pues el auto ya se encuentra estacionándose al frente del edificio, abro la puerta y con entusiasmo me saluda”¿Qué tal tu día?” , le respondo que estuvo bien, con algo de trabajo y por cortesía le pregunto como estuvo el suyo, respondiéndome con una cascada de platicas sobre su trabajo, compañeros y demás pormenores, “Te voy a llevar a un lugar que me gusta muchísimo”, me dice mientras maneja por entre las calles del centro hasta llegar al sitio que planea, un restaurante que en alguna otra ocasión yo había visitado, parecía que en el lugar conocían muy bien a Lena, pues nos atendían con una eficiencia que solo se le da a un cliente regular, nos ubicaron en una mesa colocada en un patio cubierto por enredaderas a manera de toldo, mientras que un solicito mesero nos acomodaba las sillas, saco el menú, Lena no tuvo la necesidad de abrirlo, sabía de memoria el contenido, pidió una ensalada de hojas verdes bañadas con una salsa de pétalos de rosa y miel, una pieza de salmón aderezado en albahacar y una copa de vino blanco seco para completar, por mi parte pedí un corte de res aderezado en salsa de ciruelas y una copa de tinto. En lo que traían el alimento estuvimos platicando sobre nuestras vidas, profesiones e inquietudes, coincidimos en que a pesar de tener abismales diferencias compartíamos algunas preferencias, así transcurrió la hora de la comida, cuando terminamos se pidió la cuenta y sugerí que fueran cuentas separadas pues sentía pena que me pagara el alimento, entonces con una mirada de reproche y un gesto que arrugaba su barbilla en un delicado puchero, me recordó que ella había invitado, insistí, pero se negó categóricamente, entonces pronuncio la siguiente frase “hagamos esto, la próxima vez pagas tú” sólo para provocarme un sacudimiento de intensa felicidad, “¿Habrá una próxima vez?” pregunte, “Pero claro Yulia, he disfrutado muchísimo tu compañía y quisiera, si tu estas de acuerdo, repetirlo”, claro que estaba de acuerdo, y como no habría de estarlo si Lena era una persona encantadora. Un rato después pasó a dejarme en mi departamento, no despedimos intercambiando números de teléfono con el fin de concertar un nuevo encuentro.

Entro a mi hogar, me espera Omar, lo abrazo y beso, en mi total emoción lo asusto y salta de mis brazos desconcertado por mi cambio de actitud, pues me siento anormalmente feliz, pienso que quizás esta Lena pudiera llegar a ser mi amiga, quizás era lo que necesitaba para llenar el apático vació que he venido sintiendo, entonces me doy cuenta que sostengo en la punta de los dedos una fina tarjeta de presentación con caracteres troquelados, "Elena Katina Sergeevna", y unos números de teléfono, supongo que deben ser de su oficina y casa, mi asombro crece al dar vuelta a la tarjeta para mirar escrito con una caligrafía delicadísima el numero de teléfono de su celular. No me di cuenta en que momento lo escribió, seguramente fue cuando yo escribía con rápida letra mis datos sobre una de las horribles tarjetas que nos dan en la oficina, siento un poco de vergüenza de momento al comparar la perfecta escritura con mis garabatos, bueno, pero que le voy a hacer así es mi personalidad, pero si ella me esta dando su numero celular significa que estaría disponible a mi llamada en cualquier lugar, una sensación de triunfo me invade y pienso entusiasmada que la voy a llamar, entonces me ubico solo para castigarme, solo quiso ser amable conmigo, no creo que me llame.

La rutina continua como siempre cuando no han pasado ni dos días y recibo una llamada que no esperaba, "¿Yulia? Hola, habla Lena, como estas" escucho la voz del otro lado de la línea "¡Hola!, bien ¿y tu?" respondo con sincera alegría, me llama para invitarme a salir, y sin esperar ninguna respuesta me dice que pasara en 25 minutos a recogerme, accedo y cuelgo el auricular, entonces un frenesí por arreglarme, buscar que ponerme, pero antes un baño rápido, y en lo que menos espero el timbre de la puerta llamando, se que es ella y no estoy lista aun por lo que le contesto por el interfon "Sube, todavía no estoy lista", "Okay, ahora subo" escucho, cinco minutos después unos suaves golpes a la puerta, me apresuro a abrir aun en bata de baño, Omar me mira intrigado y le dedico una caricia detrás de las orejas, "Pasa Lena, discúlpame, en un minuto estoy", "no te preocupes..." me contesta "...es que me adelante un poco", la acomodo en la sala mientras regreso a mi recamara a terminar de arreglarme, Omar se acerca y la mira inquisitivo "Hola precioso, como te llamas gatito" escucho divertida el dialogo e intervengo "se llama Omar y te esta saludando", pasada la primera revisión del minino, se apoltrona sobre su regazo y le comunica un suave ronroneo en señal de aceptación, rápidamente me acerco para quitarlo de sobre sus piernas, pues no se si le gustan los gatos, ella me detiene "No déjalo, me gustan mucho los felinos, además nunca había conocido a uno tan sociable" termina su frase sonriendo, me siento un poco abochornada por la descarada incursión de mi gato, pero no me preocupo pues ahora veo que coincidimos en otra cosa mas.

Estoy lista y salimos, me comenta en el coche que están dando una película que quiere ver, me dejo llevar sin importarme realmente a donde, las luces del cine se apagan y comienzan los títulos de la proyección, la trama se desarrolla en Estados Unidos en la década de los cincuenta, donde una mujer que paulatinamente va perdiendo la vista, lucha por mantener a un hijo por si misma, es una película trágica, me mueve fibras sensibles en el cuerpo pero me hago la fuerte para no llorar, a mi lado Lena emite leves sollozos y derrama grandes lagrimas silenciosas, a ella también le llega la película, final triste y las luces encendiéndose, Lena hace un rápido movimiento con el dorso de la mano para secar la ultima lagrima que había dejado escapar de esos hermosos ojos verdes, me mira y pregunta que si me gusto, le respondo afirmativamente y luego me explica que tenia muchas ganas de ver el filme, pero que no quería hacerlo sola y había pensado en mi, con sus palabras me siento profundamente conmovida, ellas me indican que Lena es tan solitaria como yo. Después un café y conversar para conocerla mejor, me platica de su familia, vive con sus padres, tiene dos hermanos, un hombre y una mujer ambos casados, ella es la única soltera, le platico que soy hija única de un matrimonio separado y que vivo sola desde hace mucho tiempo.

Ya han pasado seis meses desde el afortunado encuentro, Lena y yo somos grandes amigas desde entonces, pues he aprendido a conocerla y ella me es incondicional, compartimos tantas cosas que hasta en ocasiones siento que me lee el pensamiento y percibo que a ella le sucede lo mismo, nunca me había pasado algo así en la vida, su dulzura ha cambiado por completo mi actitud, mi gris existencia se ha ido coloreando con su presencia, el cambio es tan positivo que hasta en la oficina lo notan, ahora orgullosamente puedo decir que soy la comidilla de los compañeros, que lascivos como siempre se imaginan quizás que llevo un apasionado romance con alguien, en fin soy el nuevo tema de conversación. Tales especulaciones me provocan risa porque en realidad me importa un comino lo que piensen ellos, mientras no intervengan con alguna imprudencia.

Cierto es, que me fascina estar con Lena, vive con una paz que me contagia y equilibra mi vida, de algún modo se ha convertido en un ancla que me afianza en contra de este mundo impersonal, que gira hambriento de los que viven en soledad. Adoro oírla reír porque así puedo admirar los pequeños hoyuelos que se forman en sus pecosas mejillas, además, el sonido de su risa es una caricia efervescente que me recorre el cuerpo y me invita a reír también, en fin, nunca había tenido una amiga tan cercana, me siento tan feliz que me da miedo el pensar que quizás solo vivo un sueño de una realidad alterna en la que no todo es funesto y siempre hay animo de vivir.

Ahora hace calor, es increíble que a las once de la noche continué la misma temperatura del mediodía, no me sorprende, es común en esta época de principios de verano, que las noches sean extremosamente cálidas, como es usual me arraigo a mis costumbres de criatura nocturna, no puedo dormir y la excusa es el calor, miro un programa de televisión en la sala, las ventanas abiertas de par en par permiten un suave flujo que refresca la estancia, la serie televisiva que observo supone ser un programa de suspenso que debería ponerme los pelos de punta, pero contrario a ello lo miro divertida, pues es tan predecible que provoca risa, un anuncio comercial y me levanto hacia la cocina, el calor de la noche me ha hecho sudar, tengo sed, inmediatamente la incomoda sensación de la camiseta húmeda pegándose a mi espalda, me conformo pues no puedo hacer nada, sino solo utilizar ropa ligera.

Regreso al sofá pues están a punto de matar a la protagonista, en mi mente predigo "milagrosamente se va a salvar con una vuelta de su muñeca", lo hace y me jacto de mis poderes premonitorios, en ese momento una serie de timbrazos insistentes me sobresaltan, miro el reloj, 00:15 quien será a esta hora, levanto el auricular del interfon y pregunto, me responde una voz conocida "...Yulia, soy yo", es Lena, por su tono de voz imagino que le sucede algo, inmediatamente acciono la cerradura y momentos después entra por la puerta del departamento. El rostro aun lloroso me indica que algo grave paso, "¿Que tienes?,¿Que te paso?" le pregunto angustiada, incomprensibles frases escapan en medio de un río de lagrimas incontenibles y me abraza fuertemente, "¿Lena, que tienes? ¿No entiendo?" le digo tomando con ambas manos su rostro, entonces veo que su ojo izquierdo presenta una hemorragia, ahora si estoy asustada, la conduzco a la sala y nos sentamos aun abrazadas en el sofá, entonces me explica que peleo con su padre y la discusión paso a los golpes, un revés del hombre con la mano abierta dio directamente sobre su ojo y Lena salió de su casa sin un rumbo fijo en busca de protección. Alterada le pregunto cual fue la razón de la discusión pero no me responde claramente, evade la pregunta, comprendo no quiere hablar de ello, tiempo después me contaría el motivo, "Yulia...¿Me puedo quedar aquí esta noche?", "No tienes ni porque preguntarlo", le respondo dándole un beso en la salada mejilla, "Ven te voy a preparar algo para que te tranquilices", vamos juntas a la cocina y preparo té para las dos, "Traes contigo ropa", "No traje nada", "No importa ahora nos arreglamos", le digo mientras me sigue hacia mi recamara, le presto una camiseta y un pantalón de pijama, por pudor me salgo de la habitación, la dejo para que se cambie y regreso a la sala para apagar el televisor, ella sale del cuarto y la visión me provoca sin intención una carcajada, los pantalones que a mi me quedan largos a ella le quedan a media pantorrilla, mi risa dibuja en su rostro una sonrisa y mas calmada me dice "de que te ríes chaparra, yo no tengo la culpa de ser 10 centímetros mas alta que tu", la frase genera risas que se van difuminando para quedar ambas en silencio, "Bueno grandota, a dormir",Lena me mira y dice "...Yulia no quiero incomodarte", "no lo haces o que, ¿acaso no soy tu amiga?" le respondo dedicándole la mejor de mis sonrisas "Gracias, Yulia" pronuncia con la voz quebrada para darme un beso en la mejilla, que me conmueve inmensamente.

Ella se acuesta en el lado opuesto de la cama mientras yo apago las luces de la habitación, para deslizarme después debajo de las sabanas, "¿Estas bien?" le pregunto me responde que si, caemos en un silencio que es interrumpido por esporádicos suspiros de sentimiento que deja escapar por sus labios, me duele verla así y sentir la impotencia de no poder hacer nada por remediar su pesar, solo puedo permanecer con ella dándole todo mi apoyo.

No se cuanto tiempo ha pasado, estoy demasiado inquieta con la cercanía de su cuerpo, el aroma de su piel me invade acelerando mis sentidos, no encuentro mi posición en la cama, finalmente giro sobre mi costado para adoptar una posición en la que le doy la espalda a mi compañera, esta postura casi fetal es mi ultimo subterfugio para conciliar el sueño e inicio la cuenta regresiva que el terapista me recomendó hacer para llegar a un estado de relajación. Súbitamente mi cuenta se interrumpe al sentir que Lena se acopla a mi cuerpo en escuadra y coloca su rostro tan cerca de mi nuca, que sentir su respiración me produce un estremecimiento tal, que contengo la respiración para no temblar, entonces cruza su brazo sobre mi cintura para deslizar su mano sobre mi vientre, ahora puedo sentir las puntas de sus senos rozar mi espalda como si quisieran fundirse con mi piel, mientras que su labios se deslizan por mi nuca mis ojos se abren incrédulos ante lo que esta pasando, volteo el rostro solo para quedar a centímetros del suyo, dos ojos de color esmeralda se dejan ver entre la penumbra con una expresión no vista antes, "¿Lena...", no me permite hablar, su labios sellan mi boca en un beso apasionado, húmedo, uno como nunca lo había recibido en mi vida, en estado consciente mi cuerpo responde al beso con vehemencia y me dejo llevar desatando toda la pasión que llevo contenida por tanto tiempo, en minutos quedamos desnudas para explorarnos por primera vez la piel, prodigándonos caricias que cargan el aire de electricidad mientras que el sonido de respiraciones agitadas se hace escuchar perturbando los sentidos de ambas, Lena me dedica roces en los lugares correctos para encender totalmente mi piel en una espiral ascendente al placer, sus dedos ágiles se deslizan sobre los puntos correctos en mi cuerpo con lo que parece ser el conocimiento aprendido de experiencias pasadas, entrecortando mi respiración en espasmos placenteros que me llevan a un éxtasis de incontrolable gozo, ahora es mi turno de tomar la iniciativa, giro sobre ella dejándola de espaldas sobre el lecho mientras sujeto sus manos con las mías, al tiempo que recorro lentamente con mis labios su boca, barbilla, cuello para detenerme en sus senos, en los que dibujo figuras con la punta de mi lengua provocando que se ericen los pezones, invitándome a morderlos suavemente mientras la miro al rostro y escucho un profundo gemido que se escapa por entre sus labios, continuo con mi caída para depositarme en el blanco vientre, donde trazo arabescos con la punta de los dedos, ahora la respiración de Lena se hace mas profunda mientras eleva las caderas dándome paso libre al lugar donde se esconde el botón que libera todo su placer, al ritmo de mis movimientos continua el ascenso de caderas de Lena, esta a punto de llegar, pero me detengo para volver a comenzar el recorrido, haciendo que ella goce nuevamente e incremente su excitación, para finalmente estallar en sollozos orgásmicos que la desvanecen en respiraciones agitadas que invaden todo mi ser. Entonces quedamos fundidas en un abrazo, extenuadas somos vencidas por el relajamiento y dormimos lo que queda de la madrugada.

El sol inunda por completo mi habitación cuando despierto, busco con mi mano su cuerpo y me sobresalto al ver que no esta, me pregunto si habrá sido otro sueño erótico, pero el aroma de Lena invade aun la habitación y se combina con el olor del café recién hecho, se dibuja una sonrisa en mi cara y de un salto me paro del lecho, la encuentro tostando unas rebanadas de pan en la cocina, la abrazo por detrás como si me quisiera incrustar a ella, "dormilona" me dice al darme un beso, me sirve el desayuno y se sienta junto a mi... "Yulia, quisiera explicarte...", la dejo hablar, "...no quería hacerlo de este modo, pero te amo y la apuesta fue muy grande, pues no sabia si me rechazarías, no me disculpo, el momento me orillo a hacerl..." no la deje terminar sellando sus labios con los míos, entonces sus palabras iluminaron por completo mi mente, no era afinidad la que yo sentía por Lena ahora era claro sentía amor por ella, como nunca lo había sentido y quizás como nunca lo sentiré después, "Lena, no sabes cuanto te amo" alcance a decir mientras tomaba con mis manos su rostro, "llenas todos mis vacíos y siempre será poco lo que yo te diga para demostrar cuanto te amo", me fallaban las palabras para expresarle todo lo que estaba sintiendo, no tenia que darme mas explicaciones, ambas entendíamos que estábamos experimentando un amor verdadero, solo entonces me dijo como habían estado las cosas con su familia, el motivo de la discusión y los golpes era la confesión de Lena sobre sus preferencias y la incomprensión de su padre se hizo manifiesta, empujándola a tomar una difícil decisión en esos momentos, buscarme para decirme lo que sentía por mi, sin saber como reaccionaria yo ante ellos. Lo que Lena jamás imagino era, que yo también albergaba sentimientos hacia ella que al momento eran desconocidos para mi, pero que se habían liberado totalmente la noche anterior.

Lena había llegado a mi casa por una noche y se quedo para siempre dentro de mi corazón, ahora compartimos nuestras vidas como compañeras, amigas, cómplices y amantes, seguras una de la otra apoyándonos en nuestro amor, para vivir nuestra vida en conjunto.



-  Fin.  -
Admin
Admin
Admin

Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 04/11/2015

https://megustatatu.activo.mx

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba


 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.